jueves, 11 de septiembre de 2008

Hasta siempre Mamá

Antes de cerrar los ojos para siempre, su corazón se tomó una pausa para recordarnos cuanto nos amó. Su mirada, doblegada por ese impulso del alma, entendió que no tenía la última palabra. Estacionó su orgullo en la periferia y dejó que en el interior de mi madre resonaran los últimos impulsos de amor hacia sus hijos. Nos observó, de uno en uno, conminándonos a amar sin rodeos, a trabajar por la unidad familiar, a priorizar a nuestro prójimo, a solidarizarnos con aquellos más débiles, a dignificar la vida hasta el fin.
Entonces sí, cuando ya se sintió redimida, dejó que sus latidos se apagaran. Y su respiración, de la mano de sus ojos, se despidó para siempre.
Gracias Mamá por haberte disfrutado.
Chau Julita, ojalá que nuestros corazones sepan imitar al tuyo.

2 comentarios:

Marisa dijo...

HASTA AHORA JULIA: es maravilloso ser hij@ de una MUJER, que ha sido ejemplar y modélica para tant@s que no hemos sido paridos por ella...¿Qué bagaje de belleza y amor os dejó a l@s hij@s y niet@s!. Y por supuesto que ella ni duda que habéis tomado el testigo. Todo lo hizo bien, con la forma adecuada y con gran sabiduría.
Mi sentido pésame para toda la gran familia Jacobo Srur y mi homenaje a la gran amiga y modelo de vida que es Julia. Te queremos Julia. Y estás con nosotros: en el corazón de cada uno y desde el universo iluminándonos para que podamos seguir tu ejemplo. GRACIAS POR TODA LA BELLEZA, INTELIGENCIA Y EL AMOR QUE NOS DEJASTE.
Desde Sagunto (Valencia) echamos un brindis por TÍ.
Gracias Bochi por tu Blog y la enhorabuena porque de esta forma tenemos un espacio para comaprtir los sentimientos y crear ese puente universal de unión que como buen hijo de Julia sabes hacer de maravilla.
Un abrazo inmenso.Marisa

bochi dijo...

Muchas gracias Marisa, es un orgullo poder recibir un comentario tuyo tan hermoso desde Valencia. Sé cuanto te aprecian mis hermanas. Me dejas muy emocionado por lo que dices de mi madre, sin duda una mujer maravillosa que pasó por este mundo para iluminar nuestros pasos, trasladarnos su enorme espiritualidad y, por sobre todo, saber amar que es el mandamiento más importante. Un beso grande y espero que algún día podamos conocernos.