miércoles, 24 de diciembre de 2008

Navidad en Córdoba

Estoy en una vereda céntrica, más bien en una baldosa, sin poder siquiera moverme (como a mí me gusta hacerlo, libre), cada vez que quiero dar un paso un maremoto de brazos y piernas me detiene nuevamente, intento pegar un salto acrobiótico pero soy poco hábil, abro bien grande mi boca y grito pidiendo auxilio, todos los peatones me miran asombrados (algunos se asustan de ver mi descontrol), observo un hueco y me decido a ocuparlo con tal mala suerte que recibo un pisotón de una gorda urgida en ingresar a una zapatería (obviamente, me ganó el espacio), pienso, intento acomodar las ideas, un enjambre de rostros desesperados por llegar no sé dónde (aunque lo presumo) me desacomodan lo poco que atiné a pensar, nuevamente estoy abstraído, miro el cielo, una avioneta pequeña arroja papeles con ofertas, la gente se arremolina frente a los comercios, recibo un codazo de un hombretón musculoso que se abre paso, continúo sin lograr, siquiera, dar un giro, unos niños con juguetes en sus manos me confunden con una estatua, se ríen de mí, logro zambullirme en otra baldosa, alcanzo a tomar mi celular e intento discar, imposible, mis brazos están rígidos, momificados por el apretujo de la gente, las horas pasan, sigo en la misma vereda, recuerdo un ejercicio de yoga, medito un buen rato, siento como un soplo de aire, mis ojos están cerrados, el murmullo decae, mis músculos se relajan, abro los ojos, no sé cuánto tiempo ha pasado, supongo que es mucho, las calles de la ciudad están casi vacías, olvidaron un pan dulce en el suelo, lo levanto, tiene buen olor, camino solo por las veredas céntricas masticándolo, tengo sed, recorro todos los kioscos buscando una gaseosa, todos tienen el mismo cartelito: Recuerde que es Navidad. Este negocio no abrirá sus puertas.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Placer

En un país donde cuesta tanto hacer justicia contra funcionarios (o ex) que, con sus políticas, arrasaron con la dignidad de miles de personas y beneficiaron a los grandes dueños del capital transfiriendo sus abultadas deudas a todos nosotros (1982) o advirtiendo la llegada del corralito bancario (2001), entre otras iniquidades, me resulta de una alegría sin límites conocer el padecimiento que sufren ciertos personajes como Domingo Cavallo. Esto de que se junte un grupo de gente para abuchearlo y que, además, sirva para provocar su histeria, es un acto de merecido placer para el alma de tantas víctimas suyas.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Cordobeses desinformados

¿A qué nos referimos cuándo hablamos de información? Por ejemplo, los medios de comunicación en Córdoba, ¿informan, o solamente dicen una parte de lo que realmente ocurre? Tengo mis serias dudas sobre lo primero, especialmente porque carecemos de un verdadero periodismo de investigación y porque, salvo pequeñas excepciones, los medios monopólicos (La Voz del Interior y Radio Cadena Tres) parecen preocupados en mirar para otro lado y no molestar al poder.
También cabría preguntarse qué agenda ocupa la preminencia de los cordobeses, y en esto la economía y la seguridad se llevan los primeros lauros. La experiencia argentina demuestra que la corrupción política no es un factor que inquiete demasiado. Entonces no queda más remedio que cronicar hechos, como una máquina trituradora que nos deja sólo los pedacitos incompletos de algo mucho más grueso.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Caso Dalmasso

A dos años del asesinato de Dora Dalmasso, nada se conoce aún. Según esta noticia, el informe genético que debe llegar desde el FBI y que sería la principal pericia para dar con el autor material parece que se retrasará un año más.
Es increíble las idas y vueltas que viene arrastrando el caso que conmovió a la ciudad de Río Cuarto. Así es el manejo de la impunidad cuando los sospechosos son gente de mucho poder. En este caso, de personas cercanas al ex gobernador De la Sota.
Mañana martes, el periodista que más seriamente trabajó sobre este resonante homicidio, Hernán Vaca Narvaja, presentará un libro al respecto.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Humor

Por siempre el Estado

El ambicioso plan de obras públicas que anunciará mañana Cristina Fernández, guste o no, debe inscribirse en el rol protagónico retomado por el Estado argentino luego de su cruel y doloroso abandono en la infame década de los '90 (por otro peronista, claro)
Ya sé, usted desconfía, dice que sólo se trata de promesas y que semejante cantidad de dinero se desviará finalmente hacia recovecos non santos o para pagar deuda pública, entre otros. Está en su derecho. Este es un país con mucha historia de saqueos. Lo que sí también es cierto, es que nunca más el Estado deberá transferir su responsabilidad de administrar los recursos que son de todos. Y tampoco, jamás, nosotros deberemos dejarnos seducir por personajes que, en nombre del Estado, le terminan dejando pingues negocios al sector privado.

Sospechas

Soy un desconfiado por naturaleza. Debe ser por la experiencia (no mucha, pero suficiente) o esta manía que tenemos los periodistas de creer sólo la mitad de lo que sale a la superficie. Esto viene a cuenta por la solidaridad que despierta en buena parte de los argentinos los períodos de crisis económicas. De pronto, como si emergieran del fondo de la tierra, aparecen en el imaginario colectivo los desdichados sin trabajo, los que no llegan a fin de mes, los marginados sin obra social o los jubilados que ganan miserias. Yo, insisto en esto, sospecho que se trata de un artilugio que esconde, muy soterradamente, situaciones de desdicha personal. Somos solidarios en la medida que la situación afecta a nuestro propio bolsillo. Vea, cuando la situación empieza a mejorar, nos olvidamos que en el mundo hay hambre e injusticia social. Estoy harto de esta hipocrecía criolla que se viene repitiendo desde la instauración democrática.
A propósito, ¿que diablos hace este gobierno para garantizarme unas regias vacaciones en Punta del Este?

jueves, 11 de diciembre de 2008

Flores de resurrección

Hoy escuché de boca de una amiga una historia increíble: hace tiempo atrás, ella se reencontró con un viejo amigo de militancia que creía muerto desde los tiempos de la dictadura. Por distintas señales equívocas que la vida se encargó de transmitirle, Eugenia, buscando cerrar su luto, llegó hasta arrojar flores en un dique cordobés para despedirlo. Mientras Walter presentaba un libro, otro amigo en común los puso frente a frente, como dos fantasmas que descreen de sí mismos. El abrazo interminable, necesario, revanchista, amoroso, los materializó nuevamente.
El relato, que no deja de impresionarme, me remite a "Purgatorio", la última novela de Tomás Eloy Martínez.
Es increíble cuantas historias sigue escupiendo el reciente horror.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Misceláneas 2008

Volví de las vacaciones sin saber bien donde trabajaría, Cristina Fernández está en el poder, su marido soplándole en la nuca, los insasiables empresarios argentinos, todos bien tostados ellos, se quejan del intervencionismo estatal, mi hija menor ingresa al último año de su tratamiento, mi mujer amenaza con rendir Historia del Arte, Belgrano promete ser una máquina en fúlbol, mamá intuye que será su último año con nosotros, aterrizo en la secretaría de Derechos Humanos, el gordo Lanata funda un nuevo diario, el gobierno sube las retenciones al campo, George Bush (h), con su cínica y estúpida sonrisa, sigue sin encontrar armas químicas en Irak, mi hija Florencia ingresa a trabajar en una casa de ropa, los cordobeses no dejan de embobarse con la radio Cadena Tres, entro a formar parte de un coro musical rodeado de amigos, los dirigentes del campo cortan las rutas y boicotean la entrada de alimentos a las ciudades, mi suegra prepara un libro autobiográfico (yo le hago la contratapa), mamá empeora de salud pero resiste digna, llegan mis hermanas de Valencia, Florencia cobra su primer sueldo, disfruto las contratapas del filósofo y escritor José Pablo Feinmann en Página/12, el represor Menéndez es condenado a cadena perpetua y enviado a una cárcel común, mi amigo Daniel "Chato" Díaz, presenta un bello disco, participo de la hermosa ceremonia aborígen sobre la Pachamama, muchos argentinos deploran a Cristina subsumidos por el mensaje mentiroso de los medios de comunicación, el gobierno advierte sobre un intento de golpe de Estado, el coro que integro se reparte entre canciones y asados, los gremios estatales cordobeses amenazan con quemar la ciudad por el recorte jubilatorio, disfruto de la serie de TV "24", Belgrano juega pésimo, presencio una interesante conferencia del periodista Horacio Verbitsky, mi esposa promete nuevamente que rendirá Historia del Arte, el vicepresidente Cobos traiciona a su mismo gobierno, mamá nos convoca a sus hijos pero advierte que aún no es tiempo de morirse, mi médico está convencido de que sufro estrés periódico, alguien me susurra: "che, ¿y si te hacés un blog?", Agustina, luego de tres largos años, se despide de su tratamiento, la derecha peronista arremete contra la presidenta, el gobernador Schiaretti, que apoyó al campo, le sonríe a los Kirchner necesitado de plata, mi amigo Alejandro presenta su primer novela, el grupo español Marsans extraña Aerolíneas Argentinas, mamá nos dijo adios, hasta pronto, sus hijos, orgullosos de ella, prometemos juntarnos una vez al mes, caos en EE.UU. y en el mundo por el derrumbe financiero a raíz de la burbuja hipotecaria, finalmente tengo un blog propio, me siento libre, el gobierno estatiza los fondos de pensión, la derecha, indignada, reclama por mayor seguridad jurídica, el periodista y amigo, Sergio Carreras, pierde las elecciones en el gremio, los economistas liberales argentinos están desorientados, Córdoba es una caldera de 43 grados de temperatura, el peronismo también es una caldera (como siempre), nace la posibilidad para dar clases de secundario en el 2010, leo lo último de Tomás Eloy Martínez, me gustó mucho, mi mujer y otras compañeras presentan una hermosa muestra de escultura (según ella, la muestra le impidió rendir Historia del Arte), Agustina dice que será trabajadora social, mi doctor, luego de que los estudios dan ok, sigue apostando a mi estrés (creo que se viene una pastillita diaria), ya son cinco las canciones aprendidas en el coro, los asados son bastante más, mi hermana Graciela me llamó desde España, mi otra hermana, Gladys, reclama (con razón) que alguna vez lo haga yo, Agustina prepara un viaje al sur del país, primeros escarceos vacacionales con una pareja amiga con vista a Las Grutas y sus atractivas playas, en provincia de Río Negro, Cristina lanza un plan para reactivar el mercado, mi sobrino Alejo es premiado por la asociación de periodistas argentinos, se acaba el año, tengo un fin de semana largo y mucho festejo por delante. Por favor, que alguien me ayude...

jueves, 4 de diciembre de 2008

Sobrino distinguido

Mi querido sobrino, Alejo Gómez, recibió, junto a otros compañeros, una mención en el rubro Derechos Humanos en el certamen anual que realiza la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA)
Alejo, es periodista del diario cordobés "Día a Día" y el premio tiene relación con su excelente cobertura realizada durante el histórico juicio oral al represor Luciano Benjamín Menéndez y que concluyó con la condena a cadena perpetua. Sé todo lo que significó para él semejante experiencia, el haber desnudado, con sobria narrativa, el horror de la dictadura en Córdoba.
No te imaginás Ale lo feliz que me puso esa distinción.

¿Dolor ajeno o propio?

Cada vez que descubro nuevos datos que hablan del deterioro socioeconómico en Argentina y en el mundo, me cuestiono si realmente algo nos hace sentir, si nos mueve alguna reflexión seria, o si nuestro corazón late más que de costumbre. Informaciones como éstas o, por ejemplo, el aumento de la desocupación real en España conocida esta semana trascienden los números fríos e insensibles de la economía. Pregunto: ¿Qué carajos hacemos con eso? ¿Lo leemos y lo tiramos? ¿Aumenta nuestras tribulaciones o vertimos lágrimas de cocodrilo?
Yo lo único que deseo de alma es que sintamos ese dolor como propio y que exijamos, en este caso, al Estado argentino que gobierna en nombre del centroizquierda, que priorice la dignidad de miles de seres de carne y hueso. Es hora, luego de cinco años de kirchnerismo.