viernes, 24 de febrero de 2012

Fervor patriótico

Cada vez resulta más complicado sentarse a la mesa de un bar, de una casa o de cualquier lugar del mundo con un amigo kirchnerista, y no terminar tensionados como dos púgiles disputando la corona mundial. Por un lado, aquellos que, como yo, tienen sus reservas en cuanto a que las políticas oficiales sean "nacionales y populares", la certeza de que existe un relato que no se corresponde con los actos, y aquellos otros, es decir mis amigos fraternales, que uno los observa como obnubilados y presos del discurso de Cristina. Una lástima, che, no nos queda otra que buscar cualquier bar de cualquier lado y hablar de fútbol, mujeres y...elija nomás el tema que más le guste.