domingo, 28 de febrero de 2010

Terremoto

Jamás olvidaré ese ruido espantoso, como un murmullo del infierno, que empezó a sonar mientras mi cama y los demás muebles de la pieza se sacudían grotescamente. Aquél amanecer, desperté (o me despertaron) a una experiencia horrible: se movía el mundo, incluso Villa Dolores mi ciudad natal.
Fue en noviembre de 1977, cuando la ciudad sanjuanina de Caucete quedó aplastada por un terremoto.
Cada vez que ocurre una tragedia como la que acaba de vivir Chile, retomo esa triste experiencia y vuelvo a sentir el silbido colérico de la naturaleza, ese ruido...

martes, 23 de febrero de 2010

¿Anarquía en LV2?

Los trabajadores de la querida LV2 han decidido tomar la planta de calle 27 de Abril, en demanda de haberes atrasados. Lo increíble, es que no saben a quién reclamar.
Esperemos que los dueños fantasmas den la cara (¿Electroingeniería?) y les paguen a los colegas. En medio de todo el conflicto, hay familias y laburos que no pueden esperar.

Otra vez sopa

Esto es así de fácil: viene una empresa privada, gana una concesión y se instala en algún lugar de la Provincia prometiendo trabajo e inversión. Córdoba le ofrece todas las garantías de que será muy rentable, exigiéndole, a cambio, que cumpla con lo firmado en el contrato. Pasa el tiempo: la empresa se llena de plata, llora por un aumento en la tarifa, no hace las obras que el Estado debe controlar y, vencido el plazo, se va reclamando indemnización con la amenaza de hacernos un juicio. Finalmente, el gobierno accede a la demanda y todos los cordobeses, que hemos sostenido sus utilidades de nuestro bolsillo, debemos pagarle aún más en concepto de no sé que carajos.
La misma y terrible historia de siempre: vivos privados que ganan millones sin invertir con el guiño cómplice de los gobiernos.
Si me creen paranoico, lean lo siguiente.

viernes, 19 de febrero de 2010

Puñalada

Que tema tan espinoso este de la justicia argentina. Qué complicado es analizarla cuando de condenas se trata.
Por lo general, la sensación del común de la gente es que resulta implacable con los ladrones de poca monta y tolerante con los poderosos. Eso es un dato cierto, lo vemos a diario, cuestión que nos pone más que irritantes.
Yo pregunto: ¿Cuál es el verdadero límite que existe entre lo que establece el Código Penal y la percepción social?
Acaba de dictarse sentencia en contra de los entonces tres menores, acusados de dar muerte a golpes al adolescente Marcos Spedale. Hoy, ya mayores de edad, recibieron una condena extraña: seis años de prisión condicional por haber cumplido (en libertad) las 2/3 partes. Es decir, que ni siquiera se les aplicó el máximo de la pena que asciende a 8 años cuando se trata de delitos de homicidio simple. El veredicto, al igual que el juicio, se realizó a puertas cerradas.
Los tres acusados pertenecen a familias cordobesas de alto poder adquisitivo.
Insisto: qué harto difícil resulta en este país hacer justicia con los que más tienen. No quiero ni pensar si los imputados hubiesen sido chicos indigentes.
El llanto de impotencia que esgrimió la mamá de Marcos, es una puñalada que atraviesa el corazón de los que reclamamos, de una vez por todas, acabar con la impunidad.

martes, 16 de febrero de 2010

jueves, 11 de febrero de 2010

Lo que realmente importa

El periodista y escritor Martín Caparrós siempre dispara reflexiones para tener en cuenta. Autor, entre otras buenas obras, de La Voluntad (junto a Eduardo Anguita), creo que lo más completo que se haya escrito sobre la militancia argentina de los convulsionados años '70, y de El Interior, hermosos relatos capturados en un viaje personal de miles de kilómetros en cientos de pueblos y ciudades argentinas.
En este caso, durante una entrevista al diario La Nacion, Caparrós habla del kirchnerismo. Leyendo esa nota, más allá de mi bronca por toda la corrupción reinante, coincido plenamente en que para hacer un análisis serio sobre un gobierno lo que verdaderamente se debe juzgar son sus políticas, que son, en definitiva, las que inciden en el común de la gente. Y que ahí es donde debería apuntar el periodismo (y todos nosotros) Ejemplo: el menemismo, mientras muchos medios apuntaban a su deslenable vocación por robar, ponía en práctica el neoliberalismo económico más atroz que conocemos del regreso a la democracia, con sus enormes secuelas de marginación y pobreza. Es lo que ahora el escritor reniega de los Kichner, que tengan un discurso progresista y la brecha entre ricos y pobres sea aún más grande que en la nefasta década de los '90.

domingo, 7 de febrero de 2010

Arma de Instrucción Masiva

Muy buena iniciativa promovida por el canal estatal Encuentro. Se trata de un viejo auto Ford Falcon camuflado en tanque de guerra que se dedica a regalar libros. Viaja por todo el país con el fin, obvio, de que las nuevas generaciones se interesen por la lectura. Una sutil forma de enfrentar a los programas basura de la televisión con un vehículo que, en tiempos aciagos de la dictadura, fue el emblema de las patotas militares usado para secuestrar gente.

miércoles, 3 de febrero de 2010

A la buena de Dios

Esos rostros desencajados de dolor perpetuo, sumidos en la impotencia más atroz, reclamando por justicia, es el resultado de la verguenza argentina. 65 vidas cegadas por la tragedia de Lapa no podrán descansar en paz mientras haya jueces que, cuando se trata de personas con poder, se ponen la venda.
Así, con la impunidad a cuestas, seguiremos a la deriva cada vez que se nos ocurra subir a un vuelo de avión.

martes, 2 de febrero de 2010

Ni cínico ni idiota

Interesante artículo para debatir de la colega de Pagina/12, Sandra Russo. Qué difícil se me (nos) hace como periodista sujeto a valores humanísticos, de no quedar atrapado en la falsa disyuntiva que proponen algunos medios de comunicación para los cuales el kirchnerismo es el mismo demonio. Tarea que me (nos) exige estar sumamente atento en dilucidar quién es quién en esta Argentina rodeada de tiburones hambrientos ávidos por descuartizar todo intento de hacer un país más justo y equitativo.

lunes, 1 de febrero de 2010

Chau, Eloy
























En ocasión de una visita a Córdoba, le preguntaron a Tomás Eloy Martínez si algunos capítulos de la hermosa novela Santa Evita eran reales o de ficción, y él, muy amable y seguro, respondió:
- No me crean nada de la primera a la última página.
Yo asocié esta respuesta a la necesidad que tiene la literatura de crear vínculos de complicidad entre autor-lector, especialmente cuando se trata de textos con adimentos ficcionales. El otro rasgo indispensable en las novelas es su capacidad de verosimilitud: es decir, que creamos como cierto algo que, en realidad, es una mentira.
Toda esta enorme capacidad narrativa voy a extrañar del escritor y periodista tucumano, fallecido ayer víctima de un cáncer.
Mientras el mundo sigue andando con cientos de imbéciles, nos despiden hombres extraordinarios como Tomás Eloy.