La Agencia Córdoba de Inversión y Financiamiento (Acif) es un verdadero agujero negro de las finanzas provinciales que maneja millones de pesos sin que se conozca a dónde van a parar. Creada en su momento por el ex gobernador De la Sota para destinarla a obra pública y sobreviviente de otras agencias que ya fueron eliminadas, la Acif sigue ocultando sus rendiciones para saber qué hace el gobierno provincial con la plata de los cordobeses. Esto es: recibe fondos de organismos internacionales de crédito para asesoramiento, consultorías y capacitación fantasmas.
Recuerdo que el año pasado le resultó imposible a Tomás Méndez, conductor del programa televisivo ADN, acceder a información sobre sus cuentas, ya que todos sus funcionarios jugaban a las escondidas para no dar la cara.
Una vergonzosa situación que nos demuestra, una vez más, los millones que se dilapidan en oscuros negocios de la política mientras cientos de cordobeses de carne y hueso viven sumidos en la pobreza más absoluta.
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