Tiro de muerte para la jubilación privada en Argentina. Se acabó el negocio para los empresarios titulares de las AFJP, consultoras, asesorías y bancos que ganaron fortunas durante 14 años con el dinero de los futuros pasivos. Claro, después de este acto de justicia, lo menos que uno esperaba es que soltaran piropos hacia un Estado que decidió tomar la iniciativa (como siempre debió ocurrir) Ese mismo Estado que, en los años '90, les sirvió a estos sujetos para hacerse de fortunas sin arriesgar un solo peso. Ni uno solo. Ha sido tan descarado y cruel todo este andamiaje, que ni siquiera se trató de un ejemplo típico de negocio capitalista en donde el empresario debe (o debería) arriesgar una parte de sus ingresos.
Recomiendo el excelente artículo de Alfredo Zaiat, en Página/12 de hoy viernes.
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