lunes, 10 de mayo de 2010

La paciencia se agota

Ahi están, arregladitos para la foto. Con sus trajes tan de Armani que hasta las nuevas tecnologías son impotentes en descubrirles una sola pelusa, charlando animadamente o fingiendo preocupación. Como el hombrecito calvo de la derecha de la foto con sus dedos índice y mayor en forma de v corta (¿la v de victoria?), frente a otro que gesticula como diciéndole: "La mano del mercado es así de derechita" (si fuera de una izquierda en serio, no debiera existir el mercado). Y frente a ellos, otro grupo que se esmera en analizar las bondades del sistema financiero mundial que nuevamente (y van) salió en rescate de sus perversos clientes, maestros éstos en acumular y derrochar capital ajeno. Son los dueños, accionistas o testaferros de los bancos que, con la excusa de que los Estados son incapaces de direccionar el dinero de los contribuyentes gastando más de lo que recaudan, o mejor dicho, son inútiles para intervenir directamente en la economía, han asestado un nuevo golpe de mercado. Ahora se trata del gobierno de Grecia, que acaba de recibir medio billón de euros (sí, leyó bien) a cambio de un ajuste fenomenal en los bolsillos de los que menos tienen, con muertos incluídos.
Pregunto lo siguiente: ¿Tendrá techo el despilfarro financiero? ¿No se estará subestimando la paciencia de la gente? ¿Qué pasará con los millones de desocupados y excluídos?
No me vengan después con discursos cínicos de que la violencia fue engendrada desde abajo.

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