lunes, 3 de agosto de 2009

Miguel descansa en las Altas Cumbres

Tributo

Ahí estás

Tendido en el crepúsculo

mirando al cielo

jugando a no respirar

Soltándole la mano al mundo

que te retiene

incrédulo

sin entender tu postura lúdica

Curioso de tus pupilas

esperando un guiño

por si acaso

Pero sigues ahí

dormido

fiel al silencio condolido del viento

que entra por la habitación

Único erudito

en descubrir tu táctica

de Miguel en reposo

en paz

Decides

que el alma te guíe

por los pasillos de tu casa

Comes

Bebes

tu propia templanza

Y permaneces

así

como un fantasma acogedor

sobrellevando la propia ausencia

No te detienes

Sigues viviendo

entre la mesa de un bar

rodeado de hermanos

tus hermanos

de sangre coagulada en dicha perenne

Compartiendo

los instantes de una foto

de candor en sepia

Prosigues

rebobinando el tiempo

a tu antojo

Desviviéndote en plácida dulzura

dando de comer vida a papá y mamá

que

a espaldas de las Sierras Grandes

vomitan su dolor por Gustavito

Y los cobijas

en tu corazón de árbol

sin importar que tus ramas

se van quedando sin gajos

sin pájaros

sin tu propio bastón de savia

Y a medida

que el tiempo se diluye

sigues desnudando de vida

tu propia vida

Ominoso pecado

al que regresas

convencido

de que el amor

es desprendimiento

misterioso

como los augustos copos de nieve

de estas Altas Cumbres

que

sin estar advertidas

besarás para siempre con tus huellas

Una y otra vez

vuelves

como la marea

a golpear

las rocas de tu juventud

millonaria en gozo

por la democracia recuperada

Perfumada con el brizne del asfalto

en barrio San Martín

Sediento de tu amor por Laura

que pronuncia tu nombre con un beso

y hace estallar tu boca en centellas fulgurantes

Y no dejas

de caminar tu vida

caprichoso

desoyendo los recaudos

torpes

que te sugieren renunciar a lo que fue

a lo que fuiste

como a las calles

de tu Dolores

que te observan

regresar

atónitas

sin dar crédito a tu obstinación

de abrazar a tus amigos

vigorosos témpanos

fieles

como los azahares florecidos de la Plaza Mitre

a compartir

la dicha de picardías adolescentes

Y tu casa natal

cobija al niño

que da sus primeros pasos

arropados en baldosas de algodón

en enormes patios

de tibia mansedumbre familiar

Finalmente

cuando todo tu ser

troca en vientos embrionarios

rociado de tu augusta génesis

regresas

al útero de mamá

sin sospechar

que

en ese preciso instante

estás siendo condenado a un destino de entrega frugal

a dejarnos

en compañía de vos mismo

de los días con sus noches

de las flores con sus tallos

de las aves con sus vuelos

A recorrer

junto a ellas

el infinito que te abraza

para siempre


2 comentarios:

Anónimo dijo...

NUEVAMENTE ME EMOCIONO LEYENDO TU POEMA PARA MIGUEL.
QUÉ BELLA FORMA ADQUIERE EL DOLOR DE LA PÉRDIDA EN TUS PALABRAS.
Y AHORA LAS ALTAS CUMBRES, TAMBIÉN, GUARDAN ENTRE SUS GIGANTES A MIGUEL.
UN ABRAZO INMENSO DESDE SAGUNTO (VALENCIA).
MARISA

bochi dijo...

Hola, querida amiga. Gracias por tus palabras. Se nos fue una persona muy bella, siento que lo voy extrañar muchísimo. Esto es la vida y contra eso nada se puede. El desafío es seguir viviendo en plenitud, rodeado de los amores y afectos. Un beso, Marisa. Bochi.-