¿Qué pasaría hoy si el kircherismo le soltara la mano al gobernador Schiaretti? Sería exactatamente el mismo cuadro político de ayer. La sútil diferencia es que entre peronistas, sean cuales fuesen sus diferencias, la soga nunca llegará al cuello.
Si, de pronto, hay dificultades graves para reunir fondos es porque la nación, según el oficialismo, se obstina en no remitir lo que debe. ¿La Provincia de Córdoba, gobernada por un ex funcionario cavallista y un ex vicegobernador reciente, tampoco gasta irresponsablemente más de lo que recauda?
Sigue teniendo mucho de cierto aquello de que es extremadamente difícil concebir al peronismo sin el poder.
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