jueves, 8 de julio de 2010

Julito

Recién pasada la medianoche del último día del año, una vez concluída la cena familiar, papá pedía un cigarrillo, se lo hacía encender y escupía su primera bocanada sin que sus pulmones se hicieran demasiado problema: no sólo evitaba tragarse el humo, sino que era el único tabaco que consumía.
Días después, en la mañana de Reyes, mientras sus diez hijos gozábamos de los hermosos regalos, él se lamentaba despotricando contra el honor de los magos. Tenía sus razones: en medio de la algarabía, el pobre se contentaba con un soufle de verduras adornando sus zapatos.
No sé porqué me vinieron en mente estos sugestivos retratos. Yo, entonces, era una personita disfrutando enormemente de su niñez.
Julito, mi padre, hubiese cumplido hoy 95 años.

1 comentario:

mjacobo dijo...

Qué lindos recuerdos Bochi... ¡FELÍZ CUMPLE NONO!