Quiero dejar claro una cuestión: el vicepresidente Julio Cobos está tan lejos de mis preferencias, como los cardúmenes de peces de un tiburón empachado. Creo que el tipo, luego del papelón votando en contra de su mismo gobierno, no resiste ningún análisis.Ahora, que el mismo tipo sea el flanco al que quiere destituir la misma gente que lo llamó a integrar la fórmula presidencial en el 2007, ya roza otro de los surrealismos criollos. En este caso, es la oficialista Hebe de Bonafini la que pone su cara para denunciar penalmente al radical mendocino.
Insisto: ¿Para qué carajos lo convocó el matrimonio Kirchner? ¿No sabían de quién se trataba? ¿O era que políticamente convenía poner a un extrapartidario?
¿Saben cómo le llaman los intelectuales a estos mamarrachos? Contradicciones del peronismo.
Y tienen toda la razón, che. Si este es un país muy difícil de explicar.
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