
Estos arrebatos poéticos son una constante en esta Córdoba que vive a oscuras desde hace una semana y que, promesas de por medio, se normalizaría recién a mediados de febrero. Recursos a los que apelan los vecinos para matar el tiempo y la angustia de saberse cautivos de un Estado que no prevée en lo más mínimo, y al que le cuesta horrores proyectar a largo plazo dilapidando, vaya a saber en qué, los recursos que pagamos todos de nuestro bolsillo.
Otra verguenza más de una provincia arrasada por los servicios que no funcionan.
Córdoba la Docta agoniza desde hace tiempo. Sólo resta saber el día y hora de su muerte definitiva.
1 comentario:
Abri tu blog porque te extraño. Aca todos duermen la siesta. Es una siesta muy calurosa. y yo te extraño. Tuya como siempre
Publicar un comentario