miércoles, 27 de julio de 2011

Peor es no intentarlo

El hecho de que alguien se atreva a tratar de explicar este país (hablo de Argentina, por si está distraído mirando a Tinelli), es todo un valiente y un iluminado. Si, además, quién lo intenta es alguien de esta talla, vaya pidiendo fiado en la librería más cercana.
Todos los títulos reflejados en la tapa del libro son un esfuerzo titánico de un periodista-escritor brillante, de altura, que para males de los gobiernos de turno (en este caso, del kirchnerismo), jamás se dejó cooptar como intelectual orgánico - según una de las categorías gramscianas-.
Dele nomás, junte unos mangos y súmese al esfuerzo de Caparrós. Le aseguro que seguirá sin entender ni jota como somos, pero juro que sus nietos sentirán orgullo por su intento.

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