jueves, 14 de agosto de 2008

Un tío orgulloso

Eso de ser rotulado como tío tiene, a veces, sus enormes ventajas. Aún cuando el llamado sobrino no puede obtener lo que quería. Me refiero al heroico esfuerzo de mi sobrino Pablo Jacobo, quién, en la tarde de ayer, le propinó un buen susto al maestro internacional argentino de ajedréz, Guillermo Soppe (ver http://www2.lavoz.com.ar/08/08/14/secciones/deportes/nota.asp?nota_id=230737 . Integrante de una familia ajedrecista que luce innumerables trofeos locales e internacionales (junto a sus hermanos Juan y Cristian), el hombrecito de 26 años, estudiante de Ciencias de la Información, deposita en su agenda un nuevo lauro jacobino. No importa no haber ganado, es sólo un matiz. Lo bueno es que el campeón de la Federación de Ajedrez de la Provincia y subcampeón nacional juvenil puso en aprietos a Soppe, tal como lo intentó años atrás enfrentando al maestro ruso Gari Kasparov, en el Patio Olmos. Podés dormir tranquilo, Pablito querido...

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