martes, 28 de septiembre de 2010

Coincidencias

Estoy en una posición similar al Gordo Soriano: con Olivia, mi gata siamesa, encima de mi falda pensando este país, tratando de entenderlo como tan bien lo intentó el querido Osvaldo. Él decía que lo que distingue a la Argentina no era ni el mate ni el dulce de leche, tampoco el tango. Después de seguir atentamente las idas y vueltas de nuestra dirigencia, sus contradicciones, su incapacidad para pensar un proyecto a largo plazo y su corrupción galopante, coincido con Soriano en definir nuestro destino con la frustración. Y me quedo así como él, con una mirada melancólica, perdida, sin saber qué carajo hacer.
Si hasta parece que el gato de la foto pensara exactamente lo mismo.

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