
Ni las aceitadas opiniones, ni las columnas sintácticamente intachables, ni los discursos narrativos excelsos, tampoco las crónicas bien escritas. Lo que en verdad jode (y mucho) en este mundo, y en esto no tengo eufemismos, es la información. Podés cargar una voz grave, seductora, hasta jurar que sos nacional y popular, pero los hechos son los hechos. Elijan amigos: he
aquí la voz de un opinólogo y alguien que informa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario